¿PETRÓLEO O AGUA?
- Carlos Ben

- 16 feb 2018
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 5 abr 2019
El Agua, es un elemento que podemos contemplar en cada manifestación de la vida, y que se vincula a todas las actividades humanas. Resulta a su vez, imprescindible para todo desarrollo tanto social, como productivo al englobar factores naturales y culturales.

El Agua permite establecer un vínculo con nuestra naturaleza, si consideramos que instintivamente respondemos a su presencia como necesidad vital, y porque estamos compuestos en un 75% por ella.
En el desarrollo humano su reconocimiento resulta tanto físico como también espiritual; como parte de las estructuras vitales de su funcionamiento y al mismo tiempo, simboliza su creación, purificación y renovación constante.
Ahora bien, este recurso es y ha sido estudiado por expertos durante décadas, cuyos análisis y cálculos permiten orientar políticas y acciones para una gestión hídrica responsable, sustentable y eficiente.
Hablar de Gestion Hidrica Sustentable, requiere considerar por porcentajes sobre sus usos en el que podemos distinguir los valores aproximados aplicados en:
- Agricultura 70%
- Industria 20%
- Urbano 10%
Sin embargo, entre las actividades humanas aparece una actividad que por sí misma tiene una insospechada proyección: el uso del agua para el funcionamiento de los automóviles.
Recientemente el diario La Nación, en su edición económica del día 14 de enero del 2018, publicó un artículo titulado: “El auto del mañana: Petróleo por agua, el cambio en la energía” del periodista Diego Cabot. En dicho artículo, se menciona al método de la disociación de la molécula del agua como una alternativa novedosa para utilizar hidrogeno como combustible.
El proceso aludido consta de los siguientes pasos:
- Primero, se toma agua del ambiente y por proceso se separa su molécula en hidrogeno y oxígeno.
-Por un sistema de enfriamiento se comprime el hidrogeno para que ocupe menos lugar y pueda ser transportado más fácilmente.
-El hidrogeno comprimido se deposita en camiones con los que se abastece a los vehículos impulsados por este combustible.
Esta iniciativa, impulsada por Toyota y Air Liquide, fue presentada en DAVOS en enero de 2017 y el Hidrogen Council, que cuenta ya con 28 miembros de EE UU, Europa y Asia (Empresas de energía transporte e industria). Así mismo, en Japón, empresas y bancos acordaron instalar para el año 2020, unas 160 hidrogueras que producirán 40000 vehículos de hidrógeno.
Indudablemente, además de las cuestiones tecnológicas, se avizoran impactos en geopolítica global.
Al margen de quienes compiten para liderar la iniciativa e innovación tecnológica, queda claro que los países petroleros se encontrarán afectados por la posibilidad de perder su preponderancia.
Si bien aun, la infraestructura necesaria no está para que esta innovación y su producción se dé en escala, lo cierto es que el mencionado proceso tiene cero emisiones de dióxido de carbono (Co2), lo cual adquiere proyecciones prevalentes ante actividades que tienen un evidente impacto ambiental.
Este tipo de procesos, en un mundo que utiliza el 19% de la energía que genera para el transporte, constituyen una gran oportunidad, especialmente para países como el nuestro.
En la Argentina, el Gobierno Nacional anuncio un Programa de Servicios de Agua Potable al 100% y 75% de Desagues Cloacales para la poblacion, justamente para el 2020.
Aún queda por resolver las consecuencias de la grave falta de servicios básicos, como los sanitarios, y en especial, los desagües cloacales. Estos son esenciales para el desarrollo sustentable de nuestros centros urbanos. Por ello dependen de una gestión hídrica responsable, ya que sin duda es una de las prioridades para mejorar los índices de pobreza y salud pública, cuyos derechos serán alcanzados como factor de vida.






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